(Narra Eve)
-Eve, despierta.-alguien me zarandea-Despierta, joder. Venga, que con los años ya te cuesta despertarte, eh.
-Hasta dentro de dos semanas no cumplo dieciocho años.
-Me da igual. Despierta, no quiero que llegues tarde. EVELYN, QUE TE LEVANTES-suspira-¿Quieres
llegar tarde el último día de instituto también?
Abro los ojos como platos.
-Gracias Byron, no podría tener un hermano mejor.-le doy un beso en la mejilla-Ahora, adiós y
gracias.-Con una gran sonrisa, me levanto y le empujo para que salga de la habitación.
-De nada, hermanita.-le saco fuera y cierro la puerta-¡Y no tardes! Yo me voy ya. Ah, por cierto, me
voy a las once a Nueva York.-vuelvo a abrir la puerta y le miro con cara extrañada. ¿A Nueva York?-Ya no te acuerdas, eh... Tengo que irme toda la semana, ya sabes, trabajo. Pero tranquila, que
estaré en tu graduación.
-Ah, sí. Por favor, no faltes a la graduación.
-No te preocupes.-Me da un beso en la frente y se va.
Voy a mi armario y cojo unos shorts rosa fosforito, unas Converse blancas y una camiseta ajustada en
la que hay un infinito. Me visto y voy al baño, donde me lavo los dientes, me hago la raya del ojo y
me pongo espuma en mi pelo rizado. Me paro a contemplar al espejo. Alta, morena, ojos azules. Sí, se
podría decir que estoy bien sabiendo que me he levantado hace cinco minutos.
Cojo mi mochila, mi móvil y mis cascos y bajo las escaleras. Mierda, el autobus ya está ahí. Me
apresuro y entonces... ¡BUM! Hostiaca que te llevas, Eve. Más torpe y naces pato.
Byron llega corriendo, me ve en el suelo y se empieza a reír como un descosido. Cabrón, que llego
tarde.
-Deja de reírte y ayuda a tu hermana a levantarse, ¿quieres?-le digo alzando una mano, para que
me levante. Lo hace y me despido de él con un fuerte abrazo.
-Disfruta de la Gran Manzana. Te echaré de menos...
-Y yo a ti, hermanita.-se me llenan los ojos de lágrimas. Me separo y salgo por la puerta, no quiero
que Byron me vea llorar.
Me seco las lágrimas y subo al autobus.
-Buenos días.-saludo a la conductora.
Me mira y vuelve a dirigir su vista a la carretera. Qué simpática, por favor. Ando por el autobus hasta
que veo a Danielle, mi mejor amiga. Me quito los cascos y los guardo en la mochila.
-Hola, Eve-me mira de arriba abajo- Qué guapa vas.
-Gracias Dani, tú tampoco vas nada mal.
Pero eso no es de extrañar, porque a Danielle le pones un saco de patatas y está preciosa, y no
miento. Es alta, delgada, con los marrones y rubia. Llevaba unos shorts vaqueros, unas Vans azules, un
jersey amarillo que le dejaba el hombro derecho descubierto y llevaba el pelo recogido en una
coleta.
-¡No puedo esperar a esta noche, Eve!-dijo dando palmaditas y sonriendo-¿Al final donde se hace
la fiesta?
-No sé, ya hablaremos con los demás, a ver qué dicen.-contesté restándole importancia al asunto-
¡Ah sí! Te tengo que enseñar algo.
Rebusco en mi mochila y saco un pequeño papel. Se lo entrego y lo desdobla. Al ver el contenido
una gran sonrisa aparece en su cara.
-¡Tía, esto es de cuando teníamos nueve años! Planeamos nuestro decimoctavo cumpleaños.
-Tubimos suerte de nacer el mismo día-sonreímos-Lo encontré ayer limpiando el sótano. Pensé que te
alegraría verlo.
Es una lista que hicimos a los nueve años en lo que ponía que no podía faltar en nuestro cumpleaños.
-"¿Qué no puede faltar? Coca-Cola"-nos empezamos a reír- En esto tiene razón: "tarta de chocolate".-dijo Danielle señalándolo con el dedo.
-Dios, lee esto."Danielle y Evelyn, os deseamos un feliz dieciocho cumpleaños. Att:Danielle y Evelyn de
9 años".-dije yo, leyendo la nota.
-EVE, LEE ESTO. "Evelyn, si no estás saliendo con Thomas Lions, eres tonta".
Nos empezamos a reír como locas, como si no hubiera mañana. ¿Sabéis lo que es que os duelan las
mejillas de tanto reír? Pues lo mismo. Nos giramos y miramos a Thomas Lions. Era un chico bajito, un
poquito gordito pero tenía unos preciosos ojos negros.
-Tenía nueve años, Dani.-le dije, intentando parar de reír.
-Y ya estabas igual de loca que ahora, porque mira que para que te guste ese...-dice, señalando
con la cabeza a Thomas.
-Tenía nueve años, además, era muy majo, me daba su zumo a la hora de la comida.-digo orgullosa.
El autobus para y nos bajamos. El último día de clase. La semana que viene era la graduación. El
año que viene universidad. Yo creo que me quedaré en Los Ángeles.
No nos paramos a saludar a nadie, ya que, aunque no todos íbamos a la misma clase, estábamos
ansiosas por empezar las clases. Para que se terminaran cuanto antes, claro está. Me senté en la mi
silla. Al fondo, al lado de la ventana, mi sitio de siempre. Danielle se sentó detrás mía, su silla. Me giré
y nos pusimos a hablar. Entonces vi como unos manos me tapaban los ojos. Palpé las manos, intentando averiguar quien eran. Eran unas manos de chico, eso seguro.
-Emmmmm, no sé quien eres. Anda, ya basta-le dije riéndo-Venga va, destápame ya los ojos.
Y así lo hizo, me destapó los ojos y me giré. Oh, dios mío. No era Byron. Era Louis. Louis Tomlinson. Un
chico alto, con el pelo marrón y los ojos azules. El chico más gracioso que os podréis encontrar. El
que siempre está cuando le necesitas. Mi mejor amigo. Que estaba de intercambio tres meses en Paris, Francia, junto con Harry. Harry Styles. Un chico alto, con los ojos verdes más impresionantes del
mundo y pelo marrón rizado.Las personas normales suelen ir de intercambio en verano, pero Lou y Harry no son normales.
Grité y le abracé muy, muy fuerte. Enrosqué mis brazos en su cuello. Él me abrazó. Cuánto le he
echado de menos, santo cielo.
-¡LOUIS! ¿Qué estás haciendo aquí? ¿No volvías la semana que viene, para la graduación?-le dije sin
soltarle aún.
-Era una sorpresa, Eve-Cuánto he echado de menos esa voz-¿Sabes? Me gusta respirar, es un hobbie que tengo.
-Te aguantas, que no te he abrazado en tres meses-le digo, separandome de él. Le doy un beso en
la mejilla- ¿Está Harry también?
-Sí. No tardará mucho en llegar, había ido al baño...
Mientras decía esto yo ya me había subido al caballito de Harry.
-¡Hola Louis!-le dijo Danielle dándole un abrazo y dos besos-¿Qué tal os lo habéis pasado en Francia?
-¡Genial! La próxima vez os venís, chicas. Se os ha echado de menos. Mucho.-dijo Louis pellizcando la
mejilla de Danielle.
Llegó la Sra. Collins, por lo que nos tuvimos que sentar. Yo estaba aún en el caballito de Harry, por lo
que tube que bajarme. Con lo agusto que estaba. Me miro con una cara, la muy asquerosa de la
Collins esta. Qué asco le tenía, aunque era mutuo, así que supongo que era en defensa propia.
A los quinze minutos de clase, ya nos estaba echando la bronca.
-¿Os parece esto normal? ¡Hasta el último día os tengo que reñir! Ya no sois niños, sois adultos ya.
Tenéis que aprender a comportaros, así no se puede dar clase...
BLABLABLABLABLABLABLA. Louis, el payaso de la clase, como no, la tenía que soltar.
-Ramoncita, ¿ha probado usted a cenar All-Bran?-dijo Louis, que se sienta a mi lado. Todos nos empezamos a reír.
-¿Ramoncita? ¿RAMONCITA? Mi nombre es Ramona, Louis, pero para usted, Sra. Collins.
-¿Pero los ha probado usted o no? Se le quitará la mala leche que tiene.-bromeó Lou, riéndo. Este
chico nunca cambiará, o más le vale que no lo haga.
-La otra posibilidad es que consiga usted un "Querido".
Yo no dejaba de reír. Soy así, cuando empiezo a reír no paro. Harry y Lou haciéndo el gilipollas, yo
riéndo y Ramoncita echando humo por las orejas.
-EVELYN, LOUIS Y HARRY, LES EXPULSO DE CLASE. SALGAN FUERA Y ESPEREN A QUE TOQUE EL TIMBRE.
Iba a levantarme, pero entonces me caí de la silla de la risa. Quería parar, pero no podía. El caerme
hizo que riera más aún. Harry, descojonándose, me ayudó a levantar. Cogí mis cosas y me puse
detrás de Harry. Louis ya había atravesado la puerta, porque Ramona le echó. Genial, el último día y
me expulsan de clase. Aún así, no podía parar de reír. La que me iba a caer, por favor...
Yo hacía un intento de reprimir la risa, en vano. Aún no había salido por la puerta y volvía a tener un
ataque de risa. Harry tampoco paraba de reír, y Louis iba maldeciendo la madre de la Sra. Collins.
Harry dejó de reír, pero yo no podía parar.
-Bebe un poco de agua, a ver si se te pasa.-me dijo, acercándome a la fuente.
Louis nos estaba esperando, con las manos detrás de la cabeza, tranquilo y despreocupado.
La risa me paró y fui a beber agua, pero entonces Louis hizo una mala cara que hizo que volviera a
reí y tirara toda el agua por el suelo. Entonces Louis, empezó a reír. Louis y yo riéndo como locos.
Claro, entonces Harry volvió a reír otra vez. Llegué al punto de llorar de la risa. Al cabo de diez minutos paró el ataque de risa y tocó el timbre.
Última clase. Última media hora. Estamos toda la clase mirando al reloj, mientras el profesor Adam nos
da una charla de... de... la verdad es que no lo sé, ni me importa. Veo que Harry, que se sienta
enfrente mía, me pasa una notita. "Esta noche fiesta en casa de Louis Tomlinson, a las 12. Pásalo ;)"
Se lo paso a Danielle, la cual la pasa. Recibo otra notita, esta vez de Louis. "No faltes." le miro con
cara de "¿Estás loco?" pero él está mirando al reloj, así que le escribo la respuesta. "Intenta impedirmelo. ;)" Tiro un boli al suelo, con lo que aprovecho para cuando lo recojo, dejársela en la mochila. La lee y sonríe. Hace lo mismo que yo con el boli y leo la notita. "Veniros Danielle y tú a mi casa a las 9, vendrán los demás también, cenaremos ahí y lo prepararemos, ¿te parece?" Guardo la notita en mi estuche, me mira y asiento con la cabeza. Sonreímos. El profesor carraspea y nos llama la atención. Nos ponemos rectos y le seguimos con la mirada, aunque estoy segura de que nadie le escucha. Le escribo una notita a Danielle, ya que después habrá tal caos que no se podrá hablar. "Quédate a comer a mi casa, pasamos la tarde juntas y nos arreglamos juntas para la fiesta de Tommo. :)" Al momento Danielle me pasa una notita. "¡Sí, me parece genial! :) Me he comprado un vestido genial, ya lo verás. Volveré locos a los tíos." Suelto una risita tonta al leer la nota y el profesor Adam se me queda mirando. Estallo a carcajadas.
-¿Qué le hace tanta gracia, Evelyn?- me pregunta poniéndo los brazos en jarra.
-Eh... nada, una cosa sin importancia-le digo intentándo aguantar la risa.
-¿Le importaría compartirlo con la clase?-cruza los brazos.
-No creo que quiera usted que lo sepan...-digo soltando una pequeña risita.
-La estoy esperando.
-Que lleva la bragueta abierta, Sr. Adam.-le señalo la bragueta y toda la clase estallamos a
carcajadas.
Adam se gira y se sube la bragueta.
-Gracias.-dice en un susurro.-Como iba diciéndo...
Y continúa con su charla. Adam es bastante majo, pero claro, es profesor. La mala leche es su día a
día.
Últimos cinco minutos. Harry se gira, me sonríe, le devuelvo la sonrisa y se vuelve. Guardamos todos
nuestras cosas en el estuche, y el estuche a la mochila. Esto de hacer clase incluso el último día de
clase es un infierno. Estamos mirando el reloj, incluso el profesor. Él también tiene ganas, sí. Cinco,
cuatro, tres, dos, uno... Suena el timbre y todos nos levantamos. Louis y Harry se chocan los puños, y
Danielle y yo nos abrazamos. Salimos corriendo del instituto entre empujones y nos vamos al árbol
grande que hay fuera, donde nos encontramos siempre. Los demás no tardan en llegar.
-¡TÍOS, QUE HEMOS TERMINADO EL INSTITUTO!-Louis empieza a saltar y se sube al caballito de
Zayn, un chico con ojos color miel y el pelo negro. Alto y corpulento. Guapísimo.
-Ya ves, Tommo-le dice Liam tirándose encima de él, cosa que hacen que él, Louis y Zayn caigan al
suelo. Liam es un chico de pelo y ojos marrones, con el corazón más grande que he visto en mi vida.
Todos nos empezamos a reír.
-Tengo hambre.-dice Niall. Chico alto, rubio y con los ojos azules más asombrosos que he visto jamás.
-Para variar...-digo yo, irónicamente. Niall ríe y me revuelve un poco el pelo.
-¡Oye!-le digo peinándome el pelo con las manos- Louis, ¿nos llevas a casa de Danielle a recoger sus
cosas y después a la mía, por favor?
-Vale, pero si me invitáis a comer.
-¡Hecho!-le guiño un ojo- ¿Por qué no os venís todos?
-¡Claro!-dicen Niall, Zayn, Liam y Harry.
-Eso sí, a las seis todos fuera, que nos tenemos que arreglar.
-¿Y no podríamos observar y opinar?
-Observar no, opinar sí-dice Danielle-Y para opinar, opinaréis en la fiesta.-les dice guiñándo un ojo.
-Pero queremos quedarnos.-dice Harry haciéndo un mohín.
-Está bien-dije yo poniéndo los ojos en blanco.
-Pues entonces, que Louis nos de la llave de su coche, nosotras dos vamos a casa Dani a por sus
cosas y os esperaremos en mi casa. Mientras, vosotros vais en el coche de Zayn a por vuestras cosas.
-¡Recibido!-bromeó Niall.
-Vamos, pues.-dijo Liam.
Le tendí la mano a Louis y la cogió con su mano.
-¿Qué haces?-le miro riéndo-¡Las llaves!
-Ahh-me suelta y me tiende las llaves. Voy a cogerlas, pero las aparta. Le miro con cara extrañada.-
Brooks, como vea un solo rasguño...
-Tranquilo, Tomlinson.-Cogo las llaves y le doy un beso en la mejilla.
(Narra Danielle)
Eve estaba esperando abajo en el coche, no quería que subiera, no quería que viera el vestido. Era
sorpresa. Cogí el vestido que me pondría esta noche, unos tacones marrones y unos cuantos
accesorios y los puse en una pequeña mochila.
Bajé y Eve estaba cantando "Set fire to the rain" de Adele. Eve tiene una voz maravillosa. Además
toca la guitarra y el piano.
-De verdad Evelyn, tienes una voz preciosa.-le dije sentándome en el asiento del copiloto. Me giro y
dejo la bolsa con mis cosas en el asiento de atrás.
-¿Qué? No es verdad, Elle.
-Sí lo es. Venga, tira para tu casa. Pero antes quiero ir a un sitio, por favor.
(Narra Louis)
Niall, Zayn y Liam tardan mucho. Ah, siempre igual. Antes se han quejado de que Harry y yo
tardabamos mucho y mirales tú ahora.Viven juntos, y han subido a por sus cosas. No sé qué están
cogiendo para que tarden juntos.
-¿Qué plan tienes para esta noche, Tommo?-me dice Harry, que está sentado detrás mía. Yo estoy en
el asiento del copiloto.
-Coger un pedo y olvidarme de todo-respondo riéndo-¡Moved esos culos!-dije tocando el cláxon
para que esos tres salieran ya. Harry empezó a reír-¿Qué te hace tanta gracia Harold?-dije poniéndo voz de chica.
-Que yo beberé para olvidarme de lo que hemos dado este curso.
-A mi para eso no me hace falta beber, yo ya no me acuerdo de nada.-nos empezamos a reír.
-¡Hey!-nos saluda Niall-sentimos haber tardado.
-¿Nos vamos ya?-pregunta Zayn.
-¡Vamos!-grita Liam.
(Narra Eve)
Ya habíamos llegado a mi casa. La verdad es que era bastante grande. A pesar de que Byron y yo
vivímos aquí en Los Ángeles solos, nuestros padres nos envían dinero desde Nueva York.
Entramos y dejamos las cosas de Dani en mi habitación. Bajamos a la cocina y llamamos a una
pizzería. Al cabo de veinte minutos llegó el repartidor. Le pagamos y entramos las pizzas. Entonces
oímos el cláxon. Los chicos habían llegado. Bajamos las escaleras y les vimos haciéndo el tonto. Zayn
y Liam estaban en el asiento del conductor, haciéndo de DJs. Tenían la música a tope y todas las
puertas abiertas. Harry, Niall y Louis estaban encima del coche bailando.
-¡DJ MALIK FEAT. DJ PAYNE!-gritó Zayn, eufórico.
Danielle y yo nos empezamos a reír como descosidas.
-Chicos, las pizzas están dentro.-dije sonríendo.
-¡LA GUERRA HA EMPEZADO!-exclamó Niall eufórico. Saltó del capó del coche y corrió hacia la
casa, junto con los demás. No sé como, pero a los cinco segundos ya estaban todos al suelo.
Dani y yo cortamos las pizzas, aunque no las quitamos del cartón. Demasiada pereza supongo.
Sacamos agua, ya que esta noche ya beberíamos demasiado. Almenos yo sí. Después de diez
minutos entraron los chicos. Nos sentamos en el salón, algunos en sillones, otros en el sofá. Yo en el
suelo, junto con Harry y Niall. Nos comimos la pizza entre risas y bromas. Yo comí un trozo, no tenía
más hambre. Estaba demasiado nerviosa por la fiesta, no tenía nada de apetito.
-Deberías comer más.-me susurra Harry, con intención de que los demás no le oigan.
-Es que no tengo hambre, Hazza.-le digo con una sonrisa tímida-Además, aún tenemos que cenar.
-No importa Lyn, si piensas beber tienes que comer. Es la primera regla del borracho, y tú bien que lo
deberías saber.-dijo riéndo.
-¿De qué habláis?-pregunto Liam.
-Pues que Harry me obliga a comer y me llama borracha.-dije yo fingiendo enfado cuzando los
brazos y haciéndo un mohín.
-¿A caso no lo eres?-dice riéndo-¿Recuerdas la fiesta del cumpleaños de Niall hace un mes?-todos
empiezan a reír y yo me tapo la cara con las manos.-Recuerdo que me dijiste que tenías un caballo
que se llamaba Heroína y murió de sobredosis.
Todos empezamos a reír, y todos cuentan anecdotas de Eve La Borracha. Yo no puedo contar
nada, ya que no me acuerdo de lo más mínimo.
-Bueno chicos-dije cambiando de tema-Dani y yo nos vamos a mi habitación a empezarnos a
arreglar.
-¿Tan pronto ya?-dijo Zayn mirando el reloj-solo son las seis.
-Tío, que son chicas.-dice Niall.
-Es verdad, tardan lo mismo que Louis.-bromea Harry.
-Jugad con la Play de mi hermano si queréis.-grito mientras subimos las escaleras.
Me lavo los dientes y entro en la ducha. Salgo a los veinte minutos, me pongo una toalla y voy a mi
habitación para que entre Elle. Me pongo mis cremas para hidratar la piel, espuma en el pelo y me lo
seco con el difusor. Termino y me pongo el vestido:
(Narra Danielle)
Salgo de la ducha mientras Eve se está arreglando. Me lavo los dientes y me hidrato la piel con
cremas y me seco el pelo con el secador para después plancharlo. Me pongo un producto para que
no se encrespe, salgo fuera y me pongo mi vestido:
junto con unos tacones marrones, parecidos a los de Eve pero más oscuros. Me pongo unos accesorios como pulseras y anillos y un pequeño reloj blanco y me maquillo. Un poco de base, la raya del ojo arriba y abajo, rimmel, sombra marrón en los ojos difuminada y gloss.
-Vas guapísima, Lyn.-le digo cogiéndola del brazo. Estamos frente el enorme espejo que tiene en la
habitación.
-Tú tampoco te quedas corta, Elle.
Va a su armario, coge su cámara Canon y nos echamos un par de fotos. Cuando hemos terminado
son las nueve menos cuarto, así que decidimos bajar abajo, a ver si los chicos están ya.
(Narra Harry)
-¡Chicos! Ya salimos, colocaros delante de la escalera a ver qué os parece.-dijo Danielle, se la veía
feliz por la voz.
-¡De acuerdo!-dijo Zayn.
-¡Taparos los ojos!-grita Danielle-¡Ya estamos bajando!
Oigo el sonido de los tacones replicando contra los escalones, ya bajaban.
-Vais guapísimos, chicos.-no halagó Evelyn.
-Lo sabemos. ¿Podemos abrir ya los ojos?-preguntó Louis.
-¡Sí!-respondieron las dos al unisono.


No hay comentarios:
Publicar un comentario